Resiliencia es la capacidad de doblarse, sin partirse. Es la habilidad para adaptarnos, superarnos y salir fortalecidos de un evento traumático. Estas características suenan profundamente femeninas, sin embargo es femenino también el rasgo que manifestamos las mujeres cuando además de sobreponernos a la adversidad, deseamos hacer evidente el aprendizaje, la victoria, el triunfo y el orgullo adquiridos en la batalla.
Desde la creación de Eva, las mujeres hemos dejado huella a nuestro paso por la Tierra de múltiples y muy variadas maneras. El arte no es la excepción y en sus manifestaciones hay evidencias contundentes que dejan claro que la mujer ha sido fuente inagotable de inspiración para la creación pero también de producción y por supuesto de innovación.
Mujeres vanguardistas, audaces, valientes y decididas han sido muchas, en cada una de las bellas artes resulta interesante buscar para darse cuenta de que hay evidencias de creaciones femeninas en el teatro, en la danza, la escultura, la literatura y por supuesto en la pintura.
Hace unos días, el diario “The Guardian” publicó una lista a la que llamó “las diez mujeres artistas más subversivas de la historia” y en ella menciona algunas de las pintoras de las que comento en esta ocasión, todas ellas extranjeras y además francamente ajenas a nuestra cultura, precisamente por esta razón platico hoy sobre ellas.
Es interesante dejar en claro que en todas partes del mundo existen mujeres que se han atrevido a poner en imágenes lo que en palabras no ha quedado plasmado y que además han logrado la supremacía artística aportando lo que hombre alguno ha podido decir, sin embargo es aún más interesante atreverse a mirar fuera de las propias fronteras para darnos cuenta de que más allá de nuestro propio sufrimiento o dolor, hay seres a los cuales la vida les ha dado la oportunidad de experimentar, superar, sobrepasar y dejar ejemplo de lucha ganada a través del arte y por si fuera poco, demostrar un manejo de la técnica simplemente magistral.
Aquí algunas de estas fantásticas mujeres artistas:
Artemisa Gentileschi: en el siglo XVII, cuando era adolescente, esta artista fue raptada por un pintor. A este traumático suceso, Artemisa respondió pintando y obteniendo venganza a través de sus imágenes. De manera decidida y por demás explícita, la artista pintó repetidamente la escena bíblica en la que Judith asesina a Holofernes. Una de estas pinturas muestra al hombre tendido en la cama mientras una mujer lo sostiene y otra mujer corta la garganta con una espada, permitiendo a los borbotones de sangre brotar inundando la escena.
Adrian Piper: En 1970 esta artista del “performance” decidió utilizar las calles de Nueva York para una de sus representaciones, de una manera totalmente subversiva y desafiante, que en caso de suceder en nuestro tiempo y entorno, quizá hubiera sido causa de detención por alterar el orden y/o padecer alguna enfermedad mental, ya que esta mujer tuvo la idea de aparecer en el metro vestida con ropas sucias y malolientes y mordiendo una toalla roja, en actitud retadora al hacer contacto visual, con la intención de poner de manifiesto las dificultades sociales y tensiones raciales que se viven cotidianamente en los Estados Unidos.
Georgia O’keefe: cuando se habla de irreverencia es inevitable mencionar a esta gran y valiente mujer, amante del fotógrafo modernista Alfred Stieglitz, para quien posó desnuda innumerables ocasiones y que además pintó abstracciones en las que plasmó la belleza explícita de la vagina. A pesar del tema, sus pinturas reflejan una profunda exploración de su propio cuerpo y alma que sentaron precedente de una artística que no había sido explorada y utilizada anteriormente por las mujeres en la era moderna.
Claude Cahun: A través de fotografías tomadas entre 1920 y 1940 esta artista francesa se retrata vestida y peinada como hombre y se contempla a sí misma transformada mientras experimenta fantasías de género. Esta exploración es característica de la libertad que el movimiento surrealista dio a los artistas para cuestionarse sobre las convenciones sociales y sexuales. Además de lo anterior esta artista también sienta precedente en la psicoterapia a través de la fotografía, ya que busca dentro de su imagen rasgos que la ayuden a comprender su individualidad y definir su personalidad en el momento histórico y el entorno que le tocó vivir.
Louise Bourgeois: Esta gran artista de la corriente surrealista logra introducir al espectador en su mundo interior tanto físico como mental. A través de sus imágenes y esculturas, la artista desafía la masculinidad y convierte esta manifestación en algo orgánico y carnal logrando una verdadera revolución artística en el inicio del siglo XX.
Cindy Sherman: Esta mujer se caracteriza por su búsqueda de identidad a través de la fotografía, ya que logra llevar al espectador de una historia a la otra posando y buscando en la imagen la transformación no solo de la modelo, sino del propio espectador. Sus primeros trabajos la muestran posando escenas en las que evoca una heroína creación de Hitchcock en escenas no resueltas, mientras que posteriormente logra transformarse con el uso del maquillaje, en seres monstruosos con los que cuestiona el ser en el que el observador puede convertirse.
Francesca Woodman: De una manera sutil y hasta poética, esta artista cuestiona con sus imágenes si el arte verdaderamente tiene que ser público, progresivo o político. Usó sus imágenes para explorar su mundo interior manifestando una gran riqueza y una libertad introspectiva admirable.
Además de las artistas anteriores, que de manera definitiva han dejado huella en el arte, me gustaría agregar a dos admiradas pintoras, una de ellas mexicana y reconocida mundialmente es Frida Kahlo, de quien comenté en mi publicación anterior. La otra, una delicada, fuerte, tenaz e inquebrantable pintora finlandesa, su nombre, Helene Schjerfbeck, pintora realista, quien de la misma manera que lo hizo Kahlo, observó su interior y su evolución física a lo largo de su vida, dejando plasmada su personalidad, su adaptación al entorno y su transformación profunda desde el interior.
Te comparto que sobre estas mujeres tengo mucho que aprender de los grandes testimonios, transformadores ejemplos artísticos, vidas reales que trascienden a lo sublime dejando un legado incom
“Ahora que tan pocas veces tengo la fuerza para pintar, he empezado con un autorretrato. De esta manera el modelo está siempre disponible, aunque no es nada agradable verse a uno mismo”.
Helene Schjerfbeck
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