Historia de una familia
- Aurora Luna Walss
- 3 abr
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 8 abr

El amor
Este cuadro en realidad representa a muchas personas, varias familias y al final, es una gran historia de amor cristalizada en una pintura, pero desarrollada a lo largo de muchos años, muchos encuentros y desencuentros, alegrías, tristezas, pérdidas, hallazgos y nuevos comienzos que unen a las piezas que se ven en la imagen en lo aparente, cuando quizá, esas piezas estuvieron unidas mucho tiempo antes de reunirse sobre esa mesa, mucho, mucho tiempo atrás.
Las personas
Wade, Samuel, Rochelle, Aurora, Annabelle, James, Cody y Maureen, son los nombres de las personas que esta obra une en un momento en el tiempo. La pintura habla de cada persona con su edad, su particular manera de ser, de amar, de estar en el mundo y cada objeto plasmado refleja el cuidado y el amor vividos, sentidos, recibidos y entregados.
La vida cambia, nos mueve, nos hace definir el rumbo y cada uno de nosotros elige si acepta lo que a cada paso se presenta. Así, yo decidí dar un salto de fe al vacío un día en que la vida me preguntó si yo saltaría a las Cataratas de Niágara. Muchas veces dije que solamente estando loca lo haría, es obvio que un salto así es peligroso...y sin embargo, dije que sí y salté, metafóricamente al agua, pero literalmente a un cambio de vida jamás imaginado en mis sueños más increíbles.
Los objetos
En el departamento de Wade estaban sobre la mesa varios objetos que él rescató de la que fue su casa. A ese lugar él no había ido durante mucho tiempo. En el reencuentro con memorias y pasado miró, tocó y sintió a Annabelle y a Cody, su infancia, sus juegos, sus aprendizajes en cerámica hechos jarro y recipiente, y vio a su propia madre, Maureen, a través de la jícara pintada a mano, objetos todos que Rochelle conservó y cuidó en cada cambio, en cada mudanza.
El lugar
Wade trajo a su lugar actual los tres objetos y los colocó sobre la mesa de la sala. El departamento, que nunca esperó albergar estas cosas, fue comprado para Samuel, soñando con verlo crecer, trabajar y reír siempre, quién diría que siendo tan joven, sería el primero en irse llevándose consigo todas las ilusiones y dejando una familia triste, rota y para siempre, distinta.
La pintura
Al mirar la mesa de la sala con los objetos puestos sobre ella, mi mirada quedó atrapada. La luz que recibían a través de la ventana los hacía contener la luz y sus formas sugerían interacción, comunicación y una extraña comunicación entre ellos, que necesité plasmar en una pintura, sin saber entonces, que yo misma quedaría ahí detrás, siendo parte de una historia de hijos, padres, hermanos, esposos, familia y amor, pero también de separaciones, pérdidas, duelos y distancia.
En esta pintura además de objetos, están representados Tucson, Arizona; Toledo, Ohio; Howe, Indiana; California y México. Inglés y español. Todos nosotros, en colores, formas y texturas...para siempre. Así es el arte; une, contiene, refleja, cuenta historias que trascienden, que esperan y que tocan el corazón de quien atento, mira y escucha.

Comments